Introducción
En los sistemas de corriente continua (CC), la potencia se calcula multiplicando corriente y voltaje. Cuanto mayor es la corriente, mayores son las pérdidas de energía durante el transporte. Por esta razón, muchos sistemas de almacenamiento de energía solar y sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) suelen usar baterías de 48 voltios. Estas baterías, que llegan hasta 58.4 voltios, pueden suministrar una potencia significativa, de 5 a 15 kW, pero enfrentan un problema crítico: la alta corriente.
Por ejemplo, las corrientes entre 100 y 200 amperios son comunes entre la batería y el inversor. Aunque esto puede parecer manejable en distancias cortas con cables gruesos (como el cable PV3 – 35mm²), la alta corriente aún lleva a ineficiencias y generación de calor. Aunque los sistemas de 48 voltios son los más extendidos, no están exentos de inconvenientes.
El Caso de las Baterías de Alto Voltaje
Recientemente, los sistemas de baterías de alto voltaje han ganado popularidad. Marcas como Huawei LUNA, GoodWE y Deye ahora ofrecen soluciones de almacenamiento de energía con voltajes de batería que van desde 150 hasta 900 voltios. Esta tendencia sigue la evolución de los controladores MPPT, que comenzaron a aumentar los voltajes de los strings para mejorar la eficiencia.
Un voltaje más alto reduce la corriente, lo que se traduce en menos calor y menor pérdida de energía. Esto, a su vez, mejora la eficiencia general del inversor y del sistema en su conjunto. Los beneficios son especialmente claros si consideramos los vehículos eléctricos (VE), que suelen operar con baterías de alto voltaje (300-550 voltios) para manejar la alta demanda de potencia en la carga y descarga.
Para profundizar en la relación entre los VE y el almacenamiento de energía en el hogar, consulta nuestro artículo sobre vehículos eléctricos como almacenamiento de energía en el hogar .
Desventajas de los Sistemas de Baterías de Alto Voltaje
Aunque las baterías de alto voltaje ofrecen ventajas claras, también presentan desafíos. Las dos principales desventajas son:
Alto Costo
Los sistemas de alto voltaje son casi el doble de caros que las alternativas de bajo voltaje de la misma capacidad. Además, a menudo requieren que la batería y el inversor sean del mismo fabricante, limitando la flexibilidad.Complejidad Técnica
Los sistemas de alto voltaje son más difíciles de mantener. Involucran sistemas de gestión de baterías (BMS) más avanzados, requieren conocimientos especializados y presentan mayores riesgos de seguridad. La formación y experiencia adecuadas son esenciales para mantener y operar estos sistemas de manera eficaz. Si tienes curiosidad sobre la importancia del BMS en el mantenimiento de la salud de la batería, consulta nuestra guía sobre la importancia del BMS para la salud de las baterías LiFePO4 .
Debido a estos problemas, los sistemas de alto voltaje son actualmente más frecuentes en el sector industrial que en instalaciones residenciales.
Conclusión
Por ahora, muchos sistemas de baterías para el hogar, incluido el mío, aún operan a 48 voltios. Sin embargo, a medida que las tecnologías de alto voltaje se vuelvan más asequibles y accesibles, podríamos ver un cambio en el mercado en los próximos 10 a 15 años. Para aprovechar al máximo tu sistema de baterías actual, ya sea de bajo o alto voltaje, es crucial entender los ajustes adecuados del inversor. Puedes aprender más en nuestra guía sobre optimización de ajustes de baterías LiFePO4 para inversores .
Aunque la adopción de sistemas de alto voltaje probablemente tomará tiempo, las ganancias en eficiencia que ofrecen los convierten en una tecnología a observar de cerca en el mercado de almacenamiento de energía.